pomba-gira
2 marzo, 2022

A pesar de los siglos de ciencia y avance cultural y social, la fe y la religión siguen siendo determinantes en muchas zonas del mundo. Hasta el punto de controlar casi todos los aspectos de la vida de una persona que profesa dicha fe o tiene unas creencias determinadas, que no siempre se corresponden con lo que la sociedad entiende por positivo. Es obvio que nadie debe ser despojado de su fe por ningún motivo, ya que todos tenemos el derecho de creer en aquello que queramos. Sin embargo, cuando la fe deja de ser algo privado para convertirse en un asunto público que también atañe a aquellos que no la profesan, la situación se vuelve más compleja. Lo llevamos viendo siglos, y en muchos países donde la religión sigue siendo imprescindible todavía podemos comprobar como hay incluso sanciones a los “blasfemos”.

Y es que la fe es una herramienta muy fuerte y poderosa, tanto para bien como para mal. Gracias a ella podemos asumir mejor los golpes de la vida, soportar todo lo malo y seguir con esperanzas para que las cosas mejoren a no mucho tardar. Pero también es una forma de manipulación que ha sido utilizada por muchos a lo largo de los siglos, convirtiéndola en una cárcel, más que en una liberación. Existen cientos de religiones en todo el planeta, algunas más mayoritarias y otras menos conocidas, pero todas ellas suelen incluir dogmas que cualquier devoto debe cumplir. Y al basarse simplemente en una parte emocional, en una fe incuestionable, el peligro que se corre es quedar atrapado por esos dogmas, limitando nuestra experiencia vital. Lo hemos visto en muchas religiones que impiden, por ejemplo, el sexo antes del matrimonio, o que rechazan a personas por el simple hecho de tener una orientación sexual distinta. La religión sirve para unir, pero por desgracia, también para separar, cuando es manipulada por los intereses del propio ser humano. Es amor, pero también tomar, como ocurre con el culto a Pomba Gira dentro del mundo de la prostitución.

La diosa de los prostíbulos

pomba-gira-3

Pomba Gira es una deidad del foklore afro-brasileño, venerada por distintas ramas de la religión Candombé como la Umbanda o Quimbanda. Su culto se ha hecho importante sobre todo en Brasil, pero ha terminado expandiéndose por otras zonas de Latinoamérica, e incluso Europa. Se trata de la diosa del sexo, el amor, la belleza y el deseo, una deidad que forma, junto al orisha Exu, un matrimonio representativo de la dualidad masculino/femenina. De esta manera, es habitual encontrar a esta diosa venerada en altares de mujeres, pero también de chicas trans e incluso de hombres afeminados u homosexuales. Según la tradición, es una diosa muy lasciva e insaciable en lo que al sexo se refiere, y tiene un gran poder. Esto puede ser positivo si vamos con buenas intenciones, pero también muy peligroso, ya que esta diosa cuenta con una gran ira que podría recaer sobre nosotros si la enfadamos.

Creencia arraigada en muchas chicas

¿Cómo llega Pomba Gira a los prostíbulos? Al tener mucho que ver con la sexualidad, el deseo y la pasión, era lógico que alguna representación de esta deidad acabase formando parte de este negocio. Muchas de las chicas que trabajan en la prostitución, en países como Brasil o España, son devotas de este tipo de culto, o al menos lo conocen, lo respetan y lo temen a partes iguales. Muchas de esas trabajadoras sexuales buscan protección en Pomba Gira, sabiendo que esta deidad no las va a  juzgar por un trabajo que muchos todavía marginan y estigmatizan. Sin embargo, esta devoción también es aprovechada por los proxenetas que controlan en ocasiones los prostíbulos, para tener sometidas a las mujeres.

En las religiones afrocaribeñas o afrobrasileñas existen una multitud de dioses de diferente poder, jerarquizados en distintos escalafones. Como ocurría en los panteones de las religiones paganas de la Antigüedad, cada uno de esos dioses representa un concepto, una fuerza, un sentimiento. En el caso de Pomba Gira, casi se podría hablar de una representación exagerada de todo lo femenino, de la belleza, el amor y el deseo. Es una imagen recurrente en muchas religiones, desde Ishtar en Mesopotamia a Atenea o Venus en Grecia y Roma respectivamente. El poder de esta deidad en concreto es absoluto y por eso es tan venerada y a la vez temida por las chicas. De hecho, en muchos prostíbulos se han encontrado habitaciones dedicadas al culto de diferentes imágenes, y entre ellas siempre destaca la de Pomba Gira.

Temor y fe, un arma de doble filo

pomba-gira-2

La dualidad de estos dioses paganos es algo que suena un poco extraño para el que se ha criado en un ambiente monoteísta. Sin embargo, el Dios cristiano también se presenta como dual en el Antiguo Testamento, donde no duda en inundar el mundo para acabar con la población que ha perdido el camino de la fe. Las religiones monoteístas, sin embargo, han ido evolucionando hacia una imagen de Dios totalmente omnipotente, misericorde e incluso benévolo con aquellos que no le adoran. No ocurre igual en estas religiones paganas que perviven en América. Allí, la devoción por las deidades debe llevarse hasta las últimas consecuencias. De lo contrario, la ira de estos seres puede ser terrible. Y esto es lo que provoca que, en muchas ocasiones, las mujeres que más fe tienen en Pomba Gira también la teman.

Los proxenetas se aprovechan de esa fe para utilizarla en contra de las chicas y  mantenerlas sometidas a sus deseos. Dentro del mundo de la prostitución siguen existiendo, por desgracia, personas que son esclavizadas y que trabajan de sol a sol, sin descanso, para que luego el beneficio se lo lleven otros. ¿Cómo aguantan esas mujeres un trato tan horrible? La violencia física y las coacciones siempre suelen funcionar, pero para estar más seguros, muchos proxenetas utilizan también la fe de las chicas. Les amenazan con que Pomba Gira las maldecirá si deciden marcharse y dejar atrás su vida en el prostíbulo. Así, la imagen proporciona tanto protección a las chicas que creen en ella, como también un temor exacerbado que las deja atadas a esa situación que están viviendo.

La relación entre la magia y la prostitución

Dentro de este tipo de creencias, la magia sigue siendo un puntal imprescindible a la hora de llevar a cabo rituales y ponernos en contacto con las deidades. Algo que para los cristianos puede sonar casi ridículo, para los practicantes de Candombé es algo muy serio, incluyendo ciertos sacrificios animales para algunos amarres. La magia siempre ha tenido una relación muy estrecha con el sexo, el amor e incluso la prostitución. Si nos remontamos miles de años atrás, las primeras trabajadoras sexuales eran las prostitutas sagradas. Sacerdotisas que trabajaban en los templos de veneración de diosas femeninas, y que se acostaban con los hombres que acudían a esos templos a ofrecer sus tributos. A lo largo de los siglos, las mujeres que han tenido un mayor entendimiento de la alquimia y la magia también han sido consideradas como prostitutas, así como herejes.